Existen diferentes corrientes pedagógicas que han buscado la manera de integrar en la educación estrategias que permitan el desarrollo de competencias y la adquisición de conocimientos que les permitan a las generaciones futuras enfrentar los desafíos ambientales actuales. Algunos enfoques definidos por Martusewicz & Edmund (2005) son:

  •  La ecojusticia que se basa en el reconocimiento de los humanos como parte de un complejo sistema de vida y cuyo bienestar depende en aprender cómo protegerlo.
  • La educación ambiental enfoque predominante en el sistema educativo colombiano  cuyas premisas básicas incluyen el ofrecerle a los estudiantes conocimiento básico sobre los sistemas ecológicos, propiciar la apreciación de la naturaleza y despertar conciencia sobre temas ecológicos.
  • La educación basada en el lugar que pretende hacer el aprendizaje más relevante al acercar e involucrar a los estudiantes en sus propias comunidades para resolver problemas reales.
  • Educación experiencial/al aire libre que enfatiza en el valor de aprender haciendo y en la experiencia del estudiantes al aire libre para fortalecer sentimientos positivos hacia la naturaleza y para aprender acerca del funcionamiento de los ecosistemas.
  • Educación para el desarrollo sostenible que busca que cada ser humano adquiera los conocimientos, las competencias, las actitudes y los valores necesarios para forjar un futuro sostenible (UNESCO)

bitacoraLa lista continúa (ej. Educación holística, Justicia ambiental, Ecopedagogía. entre otras) y es importante reconocer el desarrollo que ha tenido el tema en el ámbito educativo y que sin importar cuál sea el enfoque elegido, es un compromiso moral el que los educadores nos detengamos a pensar cuál será nuestra estrategia para preparar a las futuras generaciones para resolver y no volver a cometer los mismos errores que hemos cometido en nuestra relación con la base de nuestra existencia, nuestro entorno natural.

La red de colegios Cerros de Bogotá es un escenario ideal para que tanto educadores como estudiantes exploremos, identifiquemos y abordemos temáticas que permitan la formación de seres humanos preparados para la transformación humana que el planeta requiere.

Los cerros orientales y todos los demás ecosistemas que con estos se encuentran interconectados, son un laboratorio pedagógico que reúne casi todas las temáticas relevantes para abordar y contribuir para replantear la relación de los seres humanos con el entorno y entre seres humanos de diferentes contextos socio-culturales y con diferentes ideologías u opiniones. Además no sólo es un aula abierta para el aprendizaje en temáticas de índole ambiental, sino que permite a docentes de cualquier asignatura trascender las frías y rutinarias aulas y generar experiencias de aprendizaje que trasciendan en la vida de los estudiantes.
arbol-encuentroEn el I Encuentro de colegios de la red tuvimos la oportunidad de dimensionar el potencial educativo de esta iniciativa.  Fue posible evidenciar como al propiciar un acercamiento de los estudiantes  a los ecosistemas naturales de la ciudad, les ofreceremos espacios de aprendizaje frente a los cuales se encuentran motivados, pues les permiten aprender mientras abordan temas que les competen y afectan directamente. Esta motivación tiene que ver con el hecho de que son conscientes de su enorme valor ecológico, social y cultural, además de que están preocupados por su futuro:

A la pregunta ¿Qué son los cerros para ustedes? algunos respondieron:

“Los cerros son fuente de oxígeno, de agua, son parte de la economía por recursos para infraestructura, fauna y flora, turismo y algo especial de nuestra ciudad y ojalá con más vegetación nativa o más recuperado”

“Un ecosistema muy grande, muy importante para Bogotá y también para toda América, porqué esto va muy abajo. Consideramos los  páramos porque también son parte de este ecosistema y son fundamentales por la provisión de agua.”

“Un lugar único, donde uno puede ser uno mismo  a diferencia de la ciudad donde a veces hay que aparentar una cosa que uno no es, son lugares donde nos podemos escapar literalmente para apartarnos de la cotidianidad de la ciudad”

Frente a la pregunta  ¿Cómo se los imaginan en el futuro? algunos respondieron:

“Nos los imaginamos en un futuro con más animales y más especies, más urbanizado”

“Las vemos con más árboles nativos y con más gente que no esté acostumbrada a venir a los cerros”

“En el futuro lo planteamos no tan bueno, porque no vemos que la gente del común se esfuerce entender mucho cómo funcionan, da por sentado que siempre van a tener este ecosistema, que siempre van a tener agua, siempre van a tener árboles y animales , y eso no es verdad si no los cuidan no va a haber un cambio. “

“Tenemos dos perspectivas: la mala que sería destruido pues hay personas que no tienen conciencia de lo que hacen, y la otras es con mayor interés de las personas para cuidar el lugar y con más vida.”

Otro aspecto del potencial educativo de la Red, tiene que ver con que los Cerros constituyen un escenario ideal para el aprendizaje significativo. Por un lado desde la perspectiva investigativa permite que a través de ejercicios de ciencia ciudadana los estudiantes puedan ofrecer información de altísimo valor para su conservación y uso sostenible. Por el otro a través de ejercicios de aprendizaje experiencial podrán convertirse en agentes transformadores de las problemáticas que enfrentan.

Estas motivaciones de aprendizaje se ven reflejadas en los compromisos que los líderes ambientales de los diferentes colegios de la red propusieron en el I encuentro. Ojalá sus maestros los apoyemos para convertir estas ideas en verdaderas oportunidades de aprendizaje en beneficio del futuro de nuestra ciudad, planeta y humanidad.

A continuación algunas de las iniciativas propuestas por los estudiantes de los colegios participantes en el I encuentro de la Red:

Juana Figueroa
Coordinadora de Sostenibilidad
Gimnasio Femenino

Referencias:
Martusewics RA, Edmunson J, Lupinacci J (Eds) (2015) EcoJustice Education Towards diverse, democratic, and sustainable communties. Routledge, New York, p 12